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Para la bitácora de hoy, les cuento que el viernes pasado
cuando salí de clase de información y documentación, me quedé pensando en algún
tipo de plagio que se haya presentado en mi entorno.
Caminando hacia básicas me encontré con mi novia y un amigo y decidimos ir a comprar burritos al kiosco Cataluña para almorzar. Nos quedamos conversando y les comenté sobre los ejemplos que el profe juan Sebastián Cobos nos dijo en clase sobre el plagio. Mi amigo se sorprendió y me contó que muchas veces sus compañeros no citan en los trabajos. Todo lo contrario pasó con mi novia. Ella muy calmada me dijo que era común el plagio y que conocía varios casos. Así que empezó a comentarnos sobre el plagio de una de sus compañeras.
Caminando hacia básicas me encontré con mi novia y un amigo y decidimos ir a comprar burritos al kiosco Cataluña para almorzar. Nos quedamos conversando y les comenté sobre los ejemplos que el profe juan Sebastián Cobos nos dijo en clase sobre el plagio. Mi amigo se sorprendió y me contó que muchas veces sus compañeros no citan en los trabajos. Todo lo contrario pasó con mi novia. Ella muy calmada me dijo que era común el plagio y que conocía varios casos. Así que empezó a comentarnos sobre el plagio de una de sus compañeras.
Para entrar en contexto: ellas estudian bacteriología. Y el
plagio sucedió en la entrega de un informe de laboratorio.
Laura nos cuenta:
“Era una materia llamada química y física para ciencias. Esta
clase tiene prácticas de laboratorio y, por ende, se debe entregar un informe
donde se explique qué pasó en la misma, que salió mal, discusiones o análisis
de los resultados y sus respectivas conclusiones.
Esos informes de laboratorio no son tan fáciles de hacer,
además de que contábamos con tres días para su entrega, eran tediosos y por
cualquier cosa los profesores nos rajaban. Pero había una ventaja y era que
esta materia contaba con varios cursos. Mi amiga estaba en el curso que tenía
laboratorio el viernes y yo estaba en el curso de los lunes.
Ella siempre me hacía preguntas sobre lo que hacíamos en la práctica: si nos hacían quíz y qué preguntas aparecerían en el parcial. Yo siempre le respondía sus inquietudes.
Ella siempre me hacía preguntas sobre lo que hacíamos en la práctica: si nos hacían quíz y qué preguntas aparecerían en el parcial. Yo siempre le respondía sus inquietudes.
Recuerdo que las peores notas eran las de los informes de
laboratorio, pero en mi curso había unos muchachos que no les iba tan mal. El
promedio de sus informes era de 4,7 y
por esto mi amiga les pidió el favor de que le prestaran un informe que tenía
que entregar. Ellos con mucho gusto le hicieron el favor.
Mi compañera no se percató y copió el informe de los
muchachos tal cual como ellos lo entregaron. Ella me contó que no tuvo tiempo
de cambiarle “palabritas”.
Una semana después de que mi compañera entregó el informe,
recibió un correo donde el profesor de la materia le solicitaba asistir a su
oficina. Yo la acompañé. Después de
media hora, ella salió llorando de la oficina del profe y me dijo que le iban a
abrir un proceso disciplinario por plagio.
Yo la verdad no entendía nada, sólo pensaba: ¿cómo el profesor se había dado
cuenta?
Cuando llegué al laboratorio, el profesor estaba hablando con
los muchachos que le prestaron el informe a mi amiga y ellos le decían al
profesor:
-No lo hicimos con intención. No sabíamos que prestar un
informe era plagio-.
Al final del laboratorio, me acerqué a ellos y me contaron
todo lo que pasó. Al profesor le parecía tan excelente el informe de ellos que
lo fotocopió para mostrárselo a un colega que dirige un centro de investigación, con el fin de que
aceptaran a estos dos muchachos en el semillero (también llamado - jóvenes
investigadores) y proponer que estos estudiantes empezaran a trabajar en el área
científica. Por esto cuando el profesor calificó el informe de mi amiga y lo
vio tan interesante, lo comparó con el de estos dos muchachos y ¡oh sorpresa!
era el mismo.
A mi amiga le pusieron cero en su trabajo y el reporte de plagio
fue anexado a su hoja de vida de estudiante”.
Cuando Laura terminó de hablar, ya no
fui el mismo. Comprendí todas las recomendaciones que me han hecho en el
transcurso de mi carrera: ser auténtico y dar crédito a quien soporta mis
ideas es la clave para ejercer la profesión de manera exitosa.
@RosembergtDíaz